UNA CADENA DE Y PARA LA DESACELERACIÓN TEXTUAL. Grupo Txt-Lab

RESUMEN

Al pensar en LAN, Festival Audiovisual Obrero, nos sugiere rápidamente la cadena de montaje como paradigma del imaginario industrial. Tomamos esta línea discursiva como referencia de uno de los distintos ejes que se abordan durante las jornadas de exhibición del festival, asumiéndola como una herramienta metodológica desde la que articular la creación textual. No para hacer un símil del modelo productivo que vertebró la idiosincrasia obrera, sino para proponer un contra- funcionamiento que rompa con el esquema de la serialización.


A raíz de la colaboración entre LAN. Festival Audiovisual Obrero, y TXT-Lab. Campo de pruebas para las relaciones que se establecen entre Arte y Texto, reflexionamos sobre cómo las connotaciones asociadas a la producción y/o lo productivo inciden sobre la creación textual. Teniendo en cuenta que el arte y la cultura tampoco han conseguido zafarse de la lógica productivista fruto del capitalismo cognitivo, cabe preguntarse si esos espacios de producción donde arte y escritura se funden, no habrán sido ya inundados por la lógica de la cadena de montaje.
La obsolescencia de la fábrica como la institución por antonomasia del modelo económico industrial, ha mutado en nuevas formas de producción que parecen haber asumido la lógica de la cadena de montaje. Desde el ámbito en el que surge TXT-Lab, la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, resulta indispensable tener en cuenta los procesos por los que el ámbito artístico y cultural se ha convertido en un nicho de recursos y bienes cuantificables en términos económicos. Términos como “Industrias Culturales” e “Industrias Culturales y Creativas”, el modelo de las “fábricas de creación” o “fábricas de la cultura”, son un ejemplo de cómo el imaginario industrial ha inundado campos tradicionalmente al margen del sistema productivo convencional.
La práctica de la escritura en arte, ejercicio que requiere de espacios y tiempos prolongados, también adolece del ritmo vertiginoso provocado por la necesidad constante de consumo de información, ¿cómo flotar pues en las corrientes que nos empujan hacia una sobre-producción de lo textual?


A propósito de LAN queremos hacer una reflexión sobre la producción (textual) en arte hoy, y más específicamente sobre la producción textual de TXT-Lab. Ya bajo el nombre de TXT-Lab subyace la idea del laboratorio lo que hemos dado en llamar «campo de pruebas». Siempre es necesario discurrir sobre las relaciones que se plantean entre el laboratorio y el producir. Quizás sobre una metodología posible donde no todo vale.
Si hablamos de sobreproducción, ya lo decíamos en algún escrito previo: la producción de escritura en este contexto del arte debe mirar hacia «el desarrollo de una escritura que permita hacer permeable al sujeto, a su práctica y a su experiencia, pero que a la vez sea capaz de llevar a cabo una labor de reflexión acerca de lo que supone escribir en Arte». Es decir, conseguir una producción que no asfixie, sino que genere y sirva (no al acelerado sistema cultural sino a una misma).
En el año 2013 el artista Jon Mikel Euba pronunció la conferencia Sobre producción, sobredosis, sobreproduciendo, dentro de las jornadas “Editar, producir, programar” organizadas por Eremuak en Arteleku. Una de las aportaciones fundamentales de esta conferencia fue «¿voy a hablar de producción o voy a producir algo?» lo cual situaba al oyente ante la tesitura de seguir discursando sobre el producir o realmente producir algo (que mereciera la pena).
En relación a lo anterior, viene a colación hablar de la relación del artista y la escritura en el ámbito académico, puesto que aún se le da mayor importancia al desarrollo teórico y metodológico, que al de la producción artística. En este sentido, el problema no es la sobre producción artística, sino más bien, hacia donde va dirigida esa producción.


Según TXT-Lab, “entre LAN, Festival Audiovisual Obrero, y TXT-Lab”. Con LAN para arte hoy. En relaciones bajo colaboración de raíz y sobre producción textual de TXT-Lab. Hacia que el arte y la cultura de laboratorio con lógica en «campo de pruebas» sin productivista, para discurrir sobre relaciones ante el producir con fruto entre metodología desde espacios de producción contra no todo vale en arte y escritura hasta cadena de montaje. Ante sobre-producción de capitalismo cognitivo, según fábrica en institución, bajo permeable modelo económico sin sujeto con industrial práctica. Sobre Facultad de Bellas Artes cabe recursos con experiencia de bienes cuantificables, capaz según económicos para escribir en Arte. A que no asfixie, genere y sirva, desde imaginario industrial contra convencional en práctica de artista, hacia ejercicio de escritura desde arte y sobre aportaciones con espacios de conferencia, tiempos, oyente para flotar en tesitura por corrientes, discursando bajo sobre-producción de lo textual.
En base a estas palabras sobre escribir: ejercicio físico-mental-emocional. Pescar-buscar-justificar- trabajo. Decir. Performance. Pensar. Investigar. Escribir-sobre-escribir-hilar y/o comunicar. Sujeto. Acción. Pasivo-activo. Ordenador. Proposición. Composición. De-construcción. Actitud. Significación. Expresión. Espacio. Tiempo. Corrección. Para concluir: (TXT-Lab+LAN) = evolución: escribir-conocer-disfrutar-imaginar-crear. Publicar. Existir.


Escribir trabajando, trabajar escribiendo. Escribimos como práctica y como ejercicio, como método de reflexión, con deadline, con palabras o caracteres, con y sin impacto, con y sin plantillas o normas de publicación, con y sin temáticas. Trazamos una producción que se debate entre el ejercicio responsable y mesurado y la inercia de cumplir objetivos en la inmediatez. Construimos TXT-Lab desde y por esta contradicción. Una guarida, un engendro que crece y
periódicamente se diluye, hija de las circunstancias a las que nos sometemos. Un lugar para escribir, para publicar y para atravesar, desde la escritura, una experiencia. Producimos escribiendo, intentando escribir diciendo algo. Revisando las plataformas desde las que trabajamos, buscando cómplices y aliadas, haciendo familias y lugares. No hacemos crítica, no somos escritoras, pero escribimos y señalamos una forma o muchas desde otra. Otras, que son muchas e infinitas, las vamos descubriendo. Aunque suframos pérdidas o abandonos somos un prisma de miradas diversas, voces distintas. Estructuramos de manera diferente y tenemos ritmos que no son uno. Trabajamos escribiendo, ofrecemos un hacer que quiere haber sido escritura antes que texto. Buscamos abrigo en un intersticio flexible que nos ofrezca cobijo. Acumulamos y generamos una masa que contribuye o contribuirá al colapso. Producimos y acumulamos.


Practicando desde un grupo circular no jerárquico. Leyendo, criticando, debatiendo, escribiendo. Aprendiendo de la lectura de lo que escriben las demás. Asumiendo la responsabilidad de colaborar con los textos, con las palabras de las otras. Aprendiendo a leer a las demás como manera de aprender a leernos a nosotras mismas. Preparándonos para templar constructivamente el trabajo de las otras. Trabajando solas y trabajando juntas. Artistas multidisciplinares entrenadas en campos diversos, experimentando, curioseando y provocando. Tomándonos en serio el trabajo, trabajando muy lentamente, dedicando el tiempo necesario, tiempo que no define la acción. Sabiéndonos afortunadas por la satisfacción que produce la práctica común. Practicando en común, acumulando en común, contribuyendo al colapso. ( ) Paréntesis de silencio, aires despejados de partículas, aguas más limpias, cielos más claros.
“…tal vez la otra paz/ podría irrumpir en la oscuridad/ y llenar los vacíos del pequeño cuarto/ demasiado exiguo en su medida…”. Emily Dickinson.


¡Producción, oh tú que eres destino de la carne! Que abasteces la mesa de Moloch de viandas incontables. ¿Qué suculenta empresa será lo bastante sustanciosa para saciar, al fin, las entrañas del carnero, si hemos visto que el caldero no lo llena con dinero? Para quien son chucherías de entremés las horas del hambriento y del burgués. El uno que para comer aire fabrica y el segundo que otra cosa no mastica. ¡Oh, reclusión temida! ¡Hoy te ves favorecida! Cuántas veces he soñado ver a la flor su sonrisa, o una leve maravilla, mientras que por cuestiones de prisa me yacía en la soñera. Mas si hacer elección tuviera, bien poco me importaría la cárcel de fuera si de la de aquí dentro salir pudiera. Es la ciudad un cementerio y abastece en altas torres depósitos de agitados cuerpos. Donde de igual el oficioso, con sus artesanías de áureos cristales, se encuentra con el ocioso de la pobreza
en los portales. Y no vendrá nunca el mal rayo que la derrumbe, ni el fuego que la abrase ni la furiosa muchedumbre. Pues no hay esperanza en la costumbre sino la mandíbula del tiempo y por su lado las herrumbres.


Al referirnos a la idea de sobreproducción resulta necesario distinguir entre las fases que componen el trabajo y el valor que a éste se le asigna, cosa fundamental para entender la actividad productiva a partir del concepto producción, entendiéndolo como el proceso de trabajo de la actividad humana, y cómo esta acción se transforma en el régimen operativo sobre el cuerpo social que produce/sobreproduce mediante la explotación del trabajo asalariado y el no remunerado.
Si observamos un ejemplo en desarrollo, la actual crisis socio-sanitaria del COVID-19, nos damos cuenta de cómo el ser humano posee la capacidad de reorganizar su vida en sociedad, la manera de crear subjetividad, mantener los afectos y gestionar el autocuidado. Al mismo tiempo en este escenario, vemos como se consolida la privatización de la sanidad, la educación y la asistencia a colectivos vulnerables; el afianzamiento de la propiedad privada y los bienes de servicio; la terciarización de la industria y la precariedad del trabajo en favor de procesos de sobreacumulación del capital financiero; la cosificación de las personas y lo cotidiano, el sometimiento tecnológico y la coerción material e inmaterial de cientos de trabajadoras y trabajadores mediante disciplinados aparatos políticos e ideológicos de naciones-potencias que destruyen las fuerzas productivas generando conflictos para apropiarse del medio natural y sus recursos.
Habría que replantearnos responsablemente, si esto es una consecuencia de procesos históricos anteriores, o es una realidad concreta del siglo XXI. Ante esto y lo que nos convoca, la escritura, tendríamos que dilucidar si la cuestión de escribir o sobreescribir (como hábito de la sobreproducción) debe considerarse una parte más del fortalecimiento neoliberal y su estructura productiva que sostiene un modelo alienado -que nos aliena- o es únicamente un largo proceso de usufructo cognitivo del inagotable capitalismo global.


TXT-Lab. Campo de pruebas para las relaciones que se establecen entre Arte y Texto.

Oihane Sánchez Duro / Alberto Díez Gómez / Jaime A. Cornelio Yacaman / Rakel Gómez Vázquez / Anna Mezz / Pablo Martínez Garrido / Camilo Torres Zorrilla.



Bilbao, marzo de 2020.

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