Se trata de la entrada de «memoria» en el Diccionario de uso del español de María Moliner. La elección de esta definición de uso no es solo por proporcionar una definición clara y oficial sobre el término, sino también por reivindicar la propia historia que el diccionario guarda: el trabajo «casero» e incansable de una funcionaria de bibliotecas relegada de su puesto de importancia tras la Guerra Civil, que da como resultado un trabajo absolutamente comprometido (político), que lleva hasta las ultimas consecuencias, pero que no puede ser contestado por el régimen ni censurado porque se trata nada mas y nada menos que de un diccionario de la lengua.
