En relación con de la próxima visita a Bilbao[1] del polisémico artista escénico vasco a Euskadi, publico ahora un extracto de la entrevista que realicé a Oscar Gomez Mata durante el taller “mostrar el pensamiento” en torno a la dramaturgia y el público (en Azala Espacio de creación, allá en enero 2012).
Qué es el público? Bueno el público es claramente quien construye la obra. Algo que creo hay que repetirlo mucho porque aunque es evidente y es natural pero no se ve así. La persona que ve ,creo que afortunadamente, construye la obra con el que la hace, y no existe obra o realidad que no esté entre esos dos puntos, el que lo hace y el observador. Entonces esto es así pero hay que repetirlo, entonces el público es un compañero de viaje, un partenaire, es el que está jugando contigo. Y para mí no sirve de nada el hacer como que no está ahí, el hacer como que no ve, pero hay mucho arte escénico mucho teatro que sigue en esto, en esta idea de hace ya casi igual dos siglos que es una idea política y una idea social de cómo considerar al otro y al espectador: se le presenta una imagen y no va a decir nada, no va a intervenir en la imagen.
Entonces esto hay que cambiarlo totalmente, cada vez más hoy, hay que hacer otra cosa, digo socialmente, hay que ver de otra manera y al observador hay que darle,…bueno,… es una buena discusión, porque yo también creo en la ficción escénica, en que el observador sea activo viendo una historia. Porque, aunque construyas una historia con una cuarta pared, puedes tener en cuenta a esa persona para que se mueva, que se mueva el pensamiento. ¿Cómo se mueve el pensamiento del público? Pues hay que planteárselo y seguramente hay maneras de hacerlo claro, para que una sala se tense de una manera general, o se expanda y aquel momento,…o que tipo de efecto cómico o , no sé…hay maneras de hacer que esa masa , que es el público, de individuos, se mueva y se mueva de manera diferente. Y nos podemos entrenar para ver esto ce esta manera: como algo que se mueve y que no esta estático. Porque siempre es así, no hay más.
Comentabas en el taller que el publico es algo que se puede dividir y que tu puedes leer este comportamiento del público? Yo creo que las tensiones, cuando estas hablando a un grupo ves donde se cierra, eso es una tensión física, es más peso, es dureza, esa dureza hace que alrededor este todo más duro y depende de lo que te interese a ti, para tu obra, irás a darle ahí, se va a tensar más y se va a agudizar. Sí, lo puedes dividir, es tenerlo en cuenta para realizar tu obra y así tu obra sea una obra que se realiza con el público, con ellos. Mis obras a veces hablan, a veces protestan, a veces intervienen mucho, a veces nada, no son obras muy escritas, una improvisación, un happening, a veces hay partes más performáticas o de happening donde realmente se abre la obra. Es necesario que la obra se abra y es necesario dejar 5 minutos al público solo a ver como reacciona. Pienso en «Optimistic versus Pesimistic» cuando se le dice al público ” estáis en un teatro libre…”. Es importante que ellos estén 5 minutos organizando el teatro y que no estemos nosotros. Esto nos lo planteamos con Espe y Txubio, claro, qué haces te quedas?… no. Si te quedas les vas a condicionar entonces hay que dejarles 4-5 minutos para que aunque nosotros hemos pensado toda la obra, la libertad sea real y verdadera, no? Y realmente la verdad que a veces ellos organizan un caos, organizan las cosas, te cogen los muebles …en fin, hacen muchas cosas pero esto es importante y nosotros nos tenemos que adaptar ver como reenfocamos la obra. No es complicado pero es importante. Eso va hacer que las transiciones las pienses de una manera, no siempre es así, pero en esa obra ( optimistic vs pesimistic ) es fundamental. Creo que es fundamental ser honesto. Es un juego decir que «sois libres», vale, pero bueno, igual en un momento hay que ser coherentes y honestos y hacer que esa libertad exista y sea visible aunque luego, al cabo de 4 minutos, llegue alguien y retome el discurso.
Una idea que aparece en el taller de vez en cuando es respecto a los diferentes grados de público, donde tienes una conciencia de la heterogeneidad del publico. Bueno yo creo que es súper importante. Yo pienso en mi familia, en mis amigos, en los que sé me odian, que los que van a venir y no saben nada, estarán todo ahí. Es importante porque es lo que van a ver y a ti te ayuda a decidir, no es que haces todo en función de eso pero decides, bueno, que todos, los que les gusta y los que no les guste «van a hacer así» entonces hasta donde hay que ir para que toda una sala llena de espectadores haga esto independientemente de lo que piensan,…. bueno pues «digo esto para esta persona» o «esta otra persona…, hay que ir hasta ahí pero no más.
Estos días hemos hablado de un teatrillo de hace 200 años, de un espectador burgués, donde se marcaba una distancia concreta con el público. Teatro, a qué responde hoy para ti? El teatrillo es este teatro que miente y que se ve para que te mienta. El público burgués, de pensamiento burgués, es el público que acepta la mentira, que acepta que ocurra algo, que siente algo y no lo quiere ver. Y el artista burgués es el artista que miente, que le esta pasando algo y hace como que no se tiene que ver. En vez de aceptarlo, de aceptar que hoy es así, vosotros lo habéis visto, es lo que hay y con esto hacemos algo. Esto que acabo de definir no sería un teatro burgués, y el otro teatro, el de la mentira, que esconde la verdad y del que se deja y acepta que le mientan. ¿Aceptar que te mientan que es? es aceptar esa convención intelectual. Si montas un Shakespeare, hay gente que no piensa que significa montar un texto de hace cinco siglos hoy y pensar en que significa hablar de la muerte hablando de jabalíes. Eso hay que pensarlo. Y esaes la gran mentira y el gran teatro burgués de hoy, que quizás es una cuestión social. ¿Hasta que punto nos dejamos que nos mientan conscientemente? Retomando la idea de compromiso en la pieza de Idoia Zabaleta y que está en Psicodrama, esta la idea contemporánea de compromiso. Hay que hacer otra cosa, hay que romper esa mentira del teatro burgués que sigue presente. Y hoy más en una época de recesión, es más seguro ver algo que no te plantea problemas, que no te va salpicar, que no te van ha decir ¿y tú, qué?
En el taller has hablado de disolver la imagen, de entrar y salir de la imagen… Yo me imagino la imagen de la persona en escena como un dibujo. Que se mueve, que no se queda en el papel. Pero es una hoja, es un papel en que tu vas dibujando, pero que a veces el contorno es más preciso y necesitas apoyar un poco más el lápiz en el papel. Y como es eso en escena? Es la intensidad, es la manera de hablar,…a veces tiene que ser más difuminado, la imagen se debe disolver, tiene que haber una disolución para que no haya nada. Igual es un tipo de pensamiento aplicado al espacio escénico más plástico es sentido más pictórico. Yo durante mucho lo he alejado de la emoción. La emoción viene y llevo un año y medio pensando en volver a meter la emoción en medio de este asunto y no me parecen contradictorios los discursos, el discurso emocional de este otro discurso más alejado donde pienso en algo físico. Bueno porque yo a menudo hablo en términos muy físicos, hablo del peso, hablo del pie,…y no hablamos de lo que siente la persona pero pienso que el sentimiento puede tratar de la misma manera: puede ser más agudo, más presente, puede ser algo más ambiguo.
[1] Oscar Gomez Mata impartirá próximamente un taller en Azkuna Zentroa Alhondiga https://www.azkunazentroa.eus/az/cast/inicio/agenda-4/oscar-gomez-mata-catalogo-de-derivas/al_evento_fa