En el presente artículo se trazan tres desplazamientos indispensables para pensar, hoy, la relación entre práctica artística y praxis investigativa: I) Del artista como individuo que está más allá de las problemáticas sociales al artista como investigador de las mismas; II) De la docencia como transmisión de “saberes” a la docencia como un proceso emancipador; y, III) De la escritura como tarea escolar a la escritura como un ejercicio político, que se genera dentro del ámbito académico pero que debe atravesarlo.
El artista como investigador; la docencia como proceso emancipatorio; y la escritura como ejercicio político. Iván Mejía R.
